miércoles, 28 de octubre de 2015

Ángel protector


Te fuiste en silencio, sin hacer ruido, 
pasando de puntillas entre nosotros, 
para que no sufriéramos como tú lo has hecho. 
Has sido un hombre fuerte, muy fuerte, quizás demasiado fuerte.
Te recordaremos siempre, por tu bondad, 
por hacernos la vida más fácil, por estar siempre ahí, 
disponible y dispuesto cada vez que te hemos necesitado.

Te añoraremos en las reuniones y más allá de ellas, 
nunca nos olvidaremos de ti, de quién has sido, y de cómo has sido con todos.

Para mi, no sólo has sido un hermano, has sido mucho más, 
y siempre has sabido ser un buen hijo, 
padre, hermano, esposo, cuñado, yerno, primo, tío y sobrino.


Has sido siempre, y sin que nadie lo pidiera,
nuestro ángel protector,
aquel que nos decía, los pros y los contras de las situaciones,
y aunque no nos dabas consejos, tu opinión era la decisión final.

El espacio que dejas, será nuestro espacio,
siempre estará ahí, en su sitio, donde debe estar.

Te echaré mucho de menos. 

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