lunes, 22 de junio de 2015

ENERGÍA INFLUYENTE





A lo largo de de los años, te cruzas con un sinfín de situaciones, personas y vicisitudes que te hacen ser como eres y pensar como piensas. Y hacia ellas dirijo estos pensamientos:

Hay personas y situaciones adversas que te dejan su lado positivo:
  • Son aquellas, que te enseñan a rehacerte y resurgir de tus cenizas, cuando parece que lo tenías todo perdido y te crees derrotad@... de repente ¡voilà! ....intuyes una luz al fondo del camino... y.. aún sin haberla visto, sacas fuerzas de flaqueza, ... te levantas, y te lanzas a un futuro incierto y esperanzador. Esas personas y/o situaciones te benefician, porque te hacen más fuerte, más comprensible y más cauto, si cabe.
Y otras, por el contrario, te dejan su lado más negativo :
  • Son aquellas, que te hunden con su negatividad innata y pesadumbre incoherente y sacada de las más oscuras leyendas, esas personas y/o situaciones que cuando entran en tu vida, notas como la luz que la iluminaba va perdiendo brillo y, con un contraste medio, se queda casi permanente en tu interior absorviendo tus energías positivas -que son las que te ayudan a soportar los malos momentos y ver la vida con una perspectiva digna de celebración-. Y una vez te han absorvido tus energías positivas, caminan a tu lado queriendo dirigir tu vida para vivir la suya.
¡Por favor!... dejen de vivir la vida de otros y... si en la suya no hay nada interesante y todo es monótono, pongan un poquito de su parte, relaciónense con el resto sociedad y ábranse a nuevos pensamientos. ¡Prueben otro estilo de vida, el que viven está obsoleto y ya no se lleva!
Acudan a un curso gratuito de inteligencia emocional.... allí podrían disfrutar expresando todo lo que llevan dentro y seguro que les sirve para canalizar esa energía negativa, en otro tipo de energía...aceptando otros pensamientos diferentes a los suyos y viviendo experiencias que no creían que podían existir y que seguro que serán de lo más enriquecedoras en sus poco emocionantes vidas.



domingo, 21 de junio de 2015

MIRADAS


MIRADAS






Cuando miras a un niño 
y sonríe relajado, 
contento, 
transmitiendo energía positiva, 
lo ves, 
a través de su mirada.

Cuando apreciamos la tristeza 
en el rostro de un niño,
lo notamos en su mirada,
o, en la ausencia de ella.

También los adultos, 
siempre,
y sin darse cuenta de ello,
transmiten sus alegrías 
satisfacciones
y pesares, 
que le ahogan el alma,
a través de su mirada

Las miradas cuentan historias,
buenas, 
malas, 
y a veces terroríficas,
ya que son las confidentes del alma.
Porque delata lo que somos,
lo que tramamos,
lo que sufrimos,
y sobre todo, 
lo que sentimos.

Hay miradas hirientes,
sensible, 
tristes,
alegres,
y algunas inexistentes,
porque hay ojos que no miran,
sólo sobreviven
bajo el párpado que las esconde.





viernes, 5 de junio de 2015

MI CAÍDA



Ayer,
un día cualquiera,
un martes de una de las semanas que tiene el año,
no hubiera imaginado acabarlo así,
y lo hice,
sin quererlo
sin buscarlo,
pero he ahí, que pasó.

Caminando, como una diosa terrenal,
por el pavimento callejero
y cargada de energía y sustento,
un ángel odioso y vengativo
me empuja hacia el abismo del enlosado terrestre,
me eleva sobre el suelo llano                                                             y como si una pluma fuese,                                                                mi gran cuerpo serrano,
viéndome en vuelo alto
y sabiendo como sería el final,
no perdí la compostura
-ante todo elegancia hasta el final-,
y enrasando su vuelo la pluma corporal,
desciende a una velocidad de vértigo
para acabar posándose en la superficie adoquinada y fría
de una acera cualquiera,
rozando sus labios hermosos en el rígido pavimento
y terminar abriéndose como un libro,
por la mitad,
saliendo de su interior y a borbotones,
su vida en forma de humor líquido
y de un color rojo carmesí.

Me levanto,
faltaría mas,
sin mirar a mi alrededor,
por temor a que haya sido vista
la caída tonta y torpe
que me di contra el suelo.

Y apretando mis labios con fuerza,
como si en ello me fuera la vida,
recojo del suelo mis pertenencias
y sigo caminando serena.

Ayer,
un día cualquiera,
un martes de una de las semanas que tiene el año,
no hubiera imaginado acabarlo así, 
y lo hice,
sin quererlo
sin buscarlo
y como si nada hubiese pasado,
volví a mi cielo de diosa
para sufrir en soledad,
mi dignidad mermada por la caída.