Como hecho de menos salir a bailar... ¡el baile me da vida!
Con ese sutil vaivén al son de la música, las oscilaciones del cuerpo buscando el hilo de la melodía para no perder el compás y, ese balanceo innato que me transporta al más profundo de los sueños... sueños de esa niña que quería ser bailarina... cantante... pero eso no podía ser, éramos personas trabajadoras en la que no cabía la realidad de esos sueños.
Y aquí estoy, esperando que algún momento de mi hacendosa vida casera, salga una canción bailonga para iniciar una danza muy particular -dado que no me ve nadie-, y surja mi peculiar coreografía, que nada tiene que enviadiarle a los mejores profesionales en esos movimientos musicales.
¡Que le vamos a hacer!
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