Siendo
niña creciste
y
siendo niña te fuiste,
a
pesar de los años pasados
y
los pensamientos futuros
en
el presente sigues siendo niña.
A
veces te veo adulta,
pero
sin verte en exceso madura,
a
pesar de las experiencias vividas
y
las que han de venir
siempre
serás adulta,
pero
infantil..
No
pierdas nunca la fe
que
te hace ser así,
como
eres,
infantil,
sencilla,
honesta,
generosa.
Esa
fe que te levanta el ánimo,
la
que te ayuda a soportar las tensiones,
la
que te da el coraje necesario,
para
tolerar y aceptar lo que viene y se va,
y que sin duda te da
ese
ansia de vivir,
esa
pasión para amar,
y
la aspiración de mejorar.
Sin
olvidar las raíces
que
te dieron la niñez,
y
que llevaste a tu madurez,
deseo
que colmes tu vida
de
logros conseguidos,
sueños
cumplidos
y
deseos realizados.
Es
lo mejor que te puedo desear
y
a lo que tu puedes aspirar.